La carne de cerdo ha sido maltratada por mucho tiempo y así, hoy se cree que tiene un alto contenido graso, que engorda y que no es recomendable si queremos reducir el colesterol o cuidar la salud.
Sin embargo, diferentes estudios en el tiempo hoy nos permiten desmentir esto y afirmar importantes beneficios para el organismo, tal es así que la carne de cerdo es mucho más sana de lo que imaginamos.
La carne de cerdo ha mejorado mucho su valor nutricional y en la actualidad, tiene un 10% menos de colesterol que hace 10 años atrás. Incluso, posee un 31% menos de grasa y 14% menos calorías con respecto a una decada atrás.
El lomo de cerdo, uno de los cortes más magros, tiene menos grasa y colesterol que la carne vacuna e incluso, menos colesterol que algunas presas de pollo.
Por otro lado, entre sus grasas, el cerdo posee mayor cantidad de ácidos grasos saludables que otras carnes, lo cual lo vuelve un alimento más sano para cuidar los niveles de colesterol en sangre y proteger al corazón que la carne vacuna, por ejemplo.
Si bien no podemos dejar de decir que es recomendable eliminar la grasa visible y elegir los cortes más magros, el cerdo puede ser la mejor alternativa si queremos comer más sano, incluso, es muy recomendable en reemplazo de la carne vacuna cuando se padecen dislipemias.